La Guerra en Ucrania es un paso más hacia el nuevo cambio de Orden Mundial. Es parte del plan
Voy a ser claro y sincero, estoy seguro de que la guerra en Ucrania va todavía para largo. ¿Por qué? Porque interesa a los que la han iniciado, es decir, Rusia, Estados Unidos, China y la torpe Europa. Es así de fácil, por mucho que nos vendan historias en los medios esta guerra está pactada. Lo que está en juego ahora mismo no es la soberanía del pueblo ucraniano, es el reparto del pastel económico a nivel mundial. Las tres grandes potencias están negociando el reparto del planeta.
Estados Unidos ha perdido el poder que tenía, Rusia es fuerte pero no como se espera de una superpotencia y China es la nueva gran potencia que quiere coger el timón del barco. ¿Cuál es el problema? Que ninguna de las tres quiere perder terreno, y el problema es que hay nuevos países que están creciendo mucho y amenazan con ser grandes potencias, como por ejemplo India. Y ninguna de las tres grandes quiere repartir en más trozos el pastel.
Pero, ¿Por qué la guerra en Ucrania? Sirve para medir fuerzas, meter miedo a la población, cambios en leyes internacionales y nacionales. Al final es llevar a la sociedad un paquete de restricciones y que gracias al miedo de la guerra se acepten. Como pasó con el COVID. Un ejemplo claro es Rusia que este mes pasa a ser el país al mando del control de la seguridad en la ONU. Es algo increíble e inexplicable, salvo que como he dicho todo esto es puro y cruel espectáculo para controlar y dirigir las masas.
Ahora mismo el pueblo ucraniano es como esos animalitos que usan en los laboratorios para probar nuevos medicamentos, no importan cuántos mueran lo que importa es conseguir el resultado que se busca. Los daños colaterales no importan, bueno mejor dicho no les importan a ellos. Esta habiendo muchas muerte y por desgracia habrá más hasta que finalmente se salgan con la suya. Todavía quedan muchos meses.
Y mientras la sociedad sigue ciega, sorda y muda. Hay muchas distracciones, pero sobre todo lo que hay es una gran perdida de conciencia, información, pensamiento propio y empatía. Los jóvenes y no tan jóvenes están con la cabeza en internet, volcada en las redes sociales y apartados de la realidad. Les robaran derechos, tendrán menos libertad y serán cada día más esclavos, pero mientras tengan una Internet para hacer streaming desde sus casas serán felices. Triste pero es la realidad.
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