Y una vez más la izquierda a la izquierda del PSOE
vuelve a regalar votos a VOX.
Unidas Podemos con sus ministras como cabezas visibles sigue la táctica que tanto le gusta a los partidos a la izquierda del PSOE, la autodestrucción. El ego de las cabezas pensantes de Unidas Podemos, aunque más bien habría que decir Podemos, vuelve lanzar ataques mediante un largo video a sus propios compañeros de fatigas. Y que no olvide nadie, que tanto Yolanda Díaz, Más País, Compromís, Izquierda Unida … llevan una hoja de ruta prácticamente idéntica a la de Podemos.
La necesidad de protagonismo es lo único que puede explicar semejante chorrada de campaña que está haciendo Podemos. Pablo Iglesias desde la sombra se está equivocando claramente, la obsesión por ser el centro de atención le hacer perder el porque y para qué están en política. Por desgracia Podemos más que políticos parece tener estrellas del Rock. La pregunta es ¿hasta cuando aguantarán las bases?
Pero Pablo Iglesias no es el único problema de Podemos, la ministra de igualdad Irene Montero se ha convertido en un auténtico lastre. El ministerio de Igualdad se ha convertido en la casa de los horrores, con su mano derecha haciendo el ridículo en manifestaciones y entrevista, y la ley de si es si. Una ministra que de igualdad parece entender muy poco, por ejemplo siempre va rodeada de mujeres, nunca veras un hombre. Y está al frente del ministerio de IGUALDAD. Al igual que su mano derecha en el pasado a hecho mucho el ridículo, como por ejemplo al entrar en directo en el programa de Sálvame de Mediaset. Al salir a los medios día si y día también dedicando todos los medios posibles para encontrar dos niñas secuestradas por su padre, y al mismo tiempo ignorar un caso muy parecido con la única diferencia que en en vez de ser el asesino un hombre era una mujer. Con esto lo que busco dejar claro es que la ministra Irene Montero parece hacer política para ganar votos, y no para mejorar la sociedad.
El problema de gran parte de la izquierda es el de siempre, decir una cosa y hacer todo lo contrario. Critican una forma de actuar de su adversario político y en unos pocos años acaban por hacer lo mismo.
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